Contra la papada
A veces, el aumento de peso hace que aparezca la indeseable papada. Los ejercicios pueden ayudarte a reducirla. Prueba a hacerte masajes con las manos al cuello hacia la barbilla mientras mueves la mandíbula inferior de la boca hacia adelante. Estira bien el cuello como si intentaras atrapar la nariz con los dientes. Tres series de veinte repeticiones cada día y verás los resultados rápidamente.
Hay una loción natural de excelentes propiedades reafirmantes, especialmente indicada por las zonas que antes notan los efectos de la flacidez, como la barbilla y el cuello, la parte interna de los brazos, los pechos y los glúteos. Se prepara mezclando a partes iguales zumo de melón con vinagre de manzana. Aplícalo cada día encima de la piel con un suave masaje ascendente.
Un cuello más juvenil
Es inevitable que, con el paso del tiempo, vayan apareciendo las arrugas por nuestro cuerpo. El cuello es una de las primeras zonas donde se suelen presentar por el envejecimiento. Para disimularlas, rózate, una vez por semana, nata fresca por el cuello y por la parte del escote.
También puedes hacer el siguiente ejercicio: estira el cuello hacia atrás unas cuantas veces; después, gira la cabeza hacia un lado y hacia el otro. Repítelo unas cuantas veces. Mantendrás los músculos en forma. Además, no te olvides de hidratarlo, por la mañana y por la noche, con una crema hidratante (puede ser la misma que utilizas por la cara, si no tienes cabeza de especial para el cuello) mientras te haces un pequeño masaje.
Presume de cuello
Empieza por mantenerlo limpio e hidratado; utiliza las mismas cremas y mascarillas que usas para la cara. Haz un poco de ejercicio:
1.-Sentada y con el cuello estirado, mira hacia el techo y un golpe a cada hombro, alternativamente (10 veces).
2.-Mueve la cabeza hacia adelante y hacia atrás, y de un lado hacia el otro (10 veces).
3.-Deja caer la cabeza y eructar (5 veces).
4.-Levanta los hombros hacia las orejas y tráelas hacia atrás (10 veces).
5.-Abre la boca hasta que la mandíbula esté completamente abierta y vuelve a cerrarla (5 veces).
6.-Intenta sacar la mandíbula inferior todo el que puedas y volverla a su lugar (10 veces).
7.-Tumbado en el suelo, levanta la cabeza todo el que puedas, estirando el cuello (5 veces).
Cuello y escote más firmes
Compra un melón que no sea muy grande y córtalo por la mitad. Tritura una de las dos mitades, después de sacarle la piel. Procura que no quede muy líquido. Aplícalo por el cuello y el escote y déjalo actuar entre 15 y 20 minutos. Te puedes poner una toalla por el encima. Al día siguiente, verás qué piel más suave te queda, mucho más joven y fina. Incluso puede corregir manchas y pecas. Utilízalo 2 o 3 golpes por semana.
También puedes elaborar pólvoras de arroz molido: poner tres cucharadas soperas de arroz en un molinillo, moler hasta dejarlas hechas polvo y echarlas en un recipiente de vidrio. Coger un pincel gordo (de los que se utilizan para aplicar el colorete) y aplicarlo sobre el cuello y el escote. Este remedio es bueno para relajar y suavizar toda clase de pieles. Lo puedes hacer antes de una cita o cada 2 días. Déjalo empolvorando a la piel. No te pases con las pólvoras de arroz, a ver si no te reconocerán!
Puedes utilizar el barro, poniendo tres cucharadas soperas de arcilla verde en un recipiente de vidrio y añadir, despacio, agua tibia hasta que la arcilla se convierta en una pasta. Después, póntelo por el encima del cuello y del escote, y en cuestión de minutos, notarás que la piel empieza a estirarse. Déjala puesta 20 minutos. Lo puedes hacer dos veces por semana durante 15 días; después, sólo un golpe por semana.