El incremento de la inmigración y la abertura de cientos de bazares en las grandes ciudades ha provocado que tengamos a nuestro alcance todo tipo de productos a un precio mucho más bajo (en este tipo de tiendas se venden desde productos de limpieza hasta accesorios para la cocina o cosméticos).
Todos hemos comprado, algún objeto en un bazar oriental, ya que a causa de la mala economía del país debemos ajustarnos el cinturón y los precios que solemos encontrar en estos sitios son bastante golosos.
Sin embargo, no es lo mismo comprar una caja de pinzas para tender la ropa que un perfume o una sombra de ojos.
Son muchas las personas que por ahorrar unos euros deciden comprarse coloretes, maquillaje o colonias en este tipo de comercios, sin saber que éstos quizás no han pasado por unos controles sanitarios imprescindibles para determinar si son perjudiciales o no para nuestra salud.
Ya han habido varios casos en los que este tipo de productos han tenido que ser retirados del comercio porque no cumplían unas normas básicas, como por ejemplo, ser elaborados en laboratorios seguros (son muchas las personas que no saben que, utilizando un producto de estética o una colonia que no pasa unos mínimos puede sufrir problemas en su piel, como irritación, escamas, ampollas, sarpullidos o manchas.
Antes de adquirir un cosmético o un perfume debemos estar seguros de su procedencia, y acudir, por tanto, a un comercio especializado en este tipo de productos.
Si lo que queremos es ahorrarnos dinero a la hora de comprarlos, podemos optar por adquirir marcas más baratas o buscar ofertas en comercios o en Internet (cada vez son más los grandes comercios donde se ofrecen productos de marca blanca y portales web donde se venden cosméticos y perfumes a un precio más bajo del habitual).
Por tanto, hay que saber distinguir y pensar que, lo demasiado barato, a la larga, nos puede costar muy caro en salud.